"Sé que hay compañeros que piensan que fue un error. Asumo las críticas, las acato asambleariamente y les pido disculpas como portavoz público". David Fernández, líder de la CUP, en su abrazo con Mas, President de la Generalitat, el 9-N. |
Más allá de las cuitas que han rodeado todo este rocambolesco proceso político, resulta imprescindible preguntarse cuál es la razón por la que una organizacion que la prensa bautizaba como antisistema ha terminado prestándose servilmente a jugar el papel de balón de oxígeno de una burguesía que se estaba empezando a ahogar en los vómitos de sus propias contradicciones.
La
respuesta a esta crucial pregunta tiene hoy una relevante importancia.
No solo por lo que pasa en Cataluña sino tambien por lo que sucede en
las organizaciones que se reclaman pertenecientes a la izquierda en el resto del Estado, En el caso la CUP
catalana intervienen múltiples factores específicos, entre los que se
encuentra el mismo fenómeno independentista, el origen social y la
trayectoria política de quienes integran esa organización, su
heterogeneidad ideológica, su estructura orgánica, etc., etc.
Pero lo que ha sido determinante, sin duda, en esta rendición incondicional de la CUP frente a quienes consideraban como sus "enemigos de clase", es haber sido atrapados por una concepción electoralista en su práctica política. En Cataluña, como en el resto del Estado, el electoralismo
está condicionando todos los procesos sociales y políticos que se han
ido generando a partir del 2008. La movilizacion y la organizacion
social ha perdido su lugar en la agenda de los partidos de la "izquierda"
Lo puedes leer completo en
La CUP pacta el reflotamiento político de los representantes históricos de la burguesía catalana.
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