viernes, 4 de marzo de 2016

De la derrota táctica a la victoria estratégica.


Evo Morales no podrá optar a presentarse en el 2019, en la que sería su cuarta reelección a la Presidencia de Bolivia. La tasa de pobreza bajó desde un 60% a un 32% desde su primer mandato en el 2006. Una política en la que se nacionalizaron hidrocarburos, se expulsó a la todopoderosa DEA y se construyó Estado a través del Movimiento Al Socialismo, le granjean las antipatías y la "guerra encubierta" contra su Gobierno desde sectores oligárquicos.




 


135.154 votos, esa es la diferencia entre los votos a favor del No y del Sí en el referéndum por la repostulación del Presidente Evo Morales.

Pero más allá de la imagen que quieren presentar algunos “analistas” de un país dividido, lo único que demuestra esa escasa diferencia es una campaña electoral de alta intensidad en la que los votos del No carecen de paternidad política, no hay ningún líder o partido político que pueda atribuírselos, mientras que los votos del Sí se pueden contar como un apoyo irrestricto al gobierno de cambio que encabeza Evo.

Una vez conocidos los resultados finales y sobre todo debido al estrecho margen entre una y otra opción, es necesario reflexionar con detenimiento sobre los resultados y la campaña electoral, donde encontramos algunos méritos de la derecha y el imperialismo, y algunos errores del oficialismo, que serán clave analizar para encarar la Bolivia 2016-2019. Es en los próximos 3 años donde la derrota táctica sufrida en este referéndum puede servir como impulso para lograr una victoria estratégica en 2019.







Un texto de Katu Arkonada que puedes leer completo en
De la derrota táctica a la victoria estratégica.





martes, 1 de marzo de 2016

*** Sospecho que soy terrorista (1/12/2009)

Viñeta de Kalvellido.




Yo antes no era así, vivía feliz mirando tele, trabajando en precario, 
leyendo poco.
Bebía cervezas, masticaba chicle, iba de compras, saludaba al jefe... 

Todo iba bien. Pagaba mis deudas , soñaba con que me tocara la 
lotería, con ir de vacaciones, con estar un día completo en la cama, en 
fin, cosas sencillas, compraba el periódico los domingos, saludaba de 
lejos a las vecinas, felicitaba las navidades a mi familia, todo bien , 
todo correcto.
Pero últimamente no sé qué me pasa, no sé cuando empezó todo, no 

sé, ciertamente, si el inicio estuvo en la ley de partidos, o fue antes, 
no sé si se agravó mi crisis con las detenciones, no sé 
verdaderamente si tuvo la culpa Bush o Aznar o Garzón o Marlaska, 
no sé si es por la censura, por la tortura o por la manipulación. No sé 
si tiene algo de responsabilidad en mi situación, Palestina o Irak 
o Guantánamo o Soto del Real, no sé si es porque llevan esposados a 
los jóvenes, a los emigrantes, a los disidentes, no sé si es por las 
huelgas de hambre, por los muertos de hambre, por los muertos de 
pena.
No sé si es por tanta mentira, por tanto descuartizador, por tanto 

mercader, por tanta impunidad, por tanta mordaza a sueldo.
Sospecho que soy terrorista. He empezado a respirar sin pedir 

permiso, a pensar sin pedir permiso, a hablar sin pedir permiso y esto 
dicen, es el peor de los síntomas en una sociedad aterrorizada como 
la nuestra donde la palabra es la peor de las amenazas.





Un texto de Silvia Delgado que puedes leer en su blog "Si vis pacem" 
*** Sospecho que soy terrorista (1/12/2009)